MÉMOIRES DE MUSTIQUE EAU DE PARFUM

Mémoires de Mustique, la dulzura del caribe

La fragancia Mémoires de Mustique de Eight & Bob es una excelente opción para los amantes de esos acordes encantadores pertenecientes a la familia olfativa Floral que perduran y transmiten sensaciones increíbles con cada uso. Este es un perfume lanzado en el año 2016, el cual es un homenaje a la magia de la singular isla caribeña de Mustique y a los que alguna vez soñaron tener parte de esta magia.

El perfume Mémoires de Mustique nace del encuentro entre una obra maestra de Albert Fouquet y las reminiscencias de la magnífica y exclusiva isla de Mustique a través de sus aguas cristalinas, la eternidad de sus puestas de sol y sus paisajes inalterados a lo largo de la historia. Un viaje al pasado para captar su esencia en estado puro.

Para sumergirse en la belleza de sus acordes debes percibir las cítricas notas de la Bergamota y el Petit grain que resaltan las frutas autóctonas del Caribe, además de su corazón floral impregnado de la elegancia del Neroli, el Azahar y el Jazmín que capturan la esencia del aroma de isla privada y sus notas de fondo de Sambac, Osmanthus Ámbar y Almizcle blanco.

Estos acordes se encuentran envasados en un frasco de cristal bastante simple pero elegante que posee la etiqueta de la marca en la parte frontal de la botella y una tapa lisa plateada para conservar correctamente cada gota de este encantador producto, el cual se presenta en una caja bastante elegante de color blanco con salmón.

Albert Fouquet, fundador de esta gran casa de perfumes, creaba y perfeccionaba diversas esencias para su uso personal, con la ayuda de Philippe, el mayordomo de la familia. A pesar de que cautivaba a muchos con sus fragancias rechazaba la idea de comercializarla, pero fue cuando John F. Kennedy le hace un singular pedido; unas ocho muestras y otra para Bob, cuando empaqueta muestras suficientes cuidando de los frascos y de la caja que llevaba el mismo estampado que la camisa que llevaba J.F.K cuando se conocieron además de una etiqueta con el nombre ""EIGHT & BOB"". Meses más tarde le llovían peticiones de varias personas envueltas en la industria cinematográfica. Su éxito duró muy poco, pues en 1939 muere y el negocio queda a cargo de Philippe con el que solo pudo continuar unos meses por causa de la Segunda Guerra Mundial.